PREGUNTA: Hace unos meses empecé a coincidir mucho con un compi de curro (pero de otra empresa) con el que surgió una cordial relación. Nos escribíamos de vez en cuando para comentar cosas relacionadas con el trabajo, si nos encontrábamos nos tomábamos algo… pues lo que yo creía que era un colega guay. Total, que un día me quiso invitar a su cumple y me agregó al FB y tal pa que siguiese el evento. Y aquí hubo un punto de inflexión, porque después de esto cortó la relación conmigo de forma bastante tajante, supongo que porque se enteró de que yo tenía churri. La verdad es que me ha dado bastante pena que sucediese, ¿no hay forma alguna de que las chicas podamos ser amigas de los chicos sin que parezca que algunos sólo quieren meterla? :(((
ANTISEDUCTOR RESPONDE: Esta parece la clásica pregunta de ¿pueden hombres y mujeres ser amigos? pero en realidad no lo es, en realidad hay un matiz muy interesante en el planteamiento de esta preguntadora anónima.
Es obvio que hombres y mujeres pueden trabar amistad más allá del interés sexual/parejil. Fuente: mira a tu alrededor. OCURRE. Hay amistades chicho-chica aquí, en la China Popular y en la otra. Pero la pregunta no es exactamente esa, la pregunta es «¿no hay forma alguna de que las chicas podamos ser amigas de los chicos sin que parezca que algunos solo quieren meterla?» ¡Ajá! Aquí estamos acotando el campo de estudio.
En este caso, voy a emplear un texto antiguo de una tía muy lúcida que nos regaló el concepto de FOLLAR S.L. Dentro hemeroteca:
Bueno pues… ahí lo llevas.
Bien. No vamos a generalizar, por supuesto que no, pero qué coincidencia, ¿verdad? Lo que tú planteas en tu pregunta es lo mismo que la acuñadora del concepto de FOLLAR S.L. desarrolla en su relato. En tu caso, no has pasado por el trance de ser considerada una «zorra trepa» ni han llegado a hacerte el «tranquila, mujer, es broma» pero, sin contar el cierre, estamos ante la misma situación. Tu compi de curro quería abrir una sucursal de FOLLAR S.L. contigo como socia pero cuando vio que era improbable que aquello tirase para arriba, cortó comunicaciones.
Esto entronca con otro concepto que manejamos por estos lares: la Zona del Follar o fuckzone en inglés. Es ese sitio que existe eminentemente en el universo heteromasculino y que básicamente es donde colocan (colocamos) a las chicas que conocen (conocemos) cuando nos despiertan cierto interés sexual o romántico. Si estás en la Zona del Follar eres candidata a… bueno, eso. Es, a la vista de experiencia, lo que te ha pasado. Al principio todo bien, jiji, jaja, y de pronto, de un día para otro, cuando se entera de que tienes pareja, se acabó la relación. ¿Qué ha pasado ahí? Que nunca fuiste su colega, solo estuviste en la Zona del Follar un rato. En contraposición con la Zona de Amistad o friendzone, la Zona del follar es real y complementa a la friendzone; ambas forman el Sagrado Binomio que asienta esa idea (errónea, como hemos apuntado anteriormente) de que los hombres y las mujeres no pueden ser amigos. Desde el punto de vista masculino más jodido en cuanto a relaciones con otro género, es más probable que me metas en la friendzone o que yo te saque de la fuckzone que lleguemos a ser amigos.
Vale, identificado. ¿Y ahora..?
Bueno, es obvio que es un tema que nos atañe más a nosotros que a vosotras. Tú puedes capear el temporal y darle la barrila a tus amigos y conocidos, e incluso plantearle la problemática al chico que te lo está haciendo en ese momento. Si haces esto último, por favor, no dudes en contárnoslo pero está claro que no estás obligada ni mucho menos a pringar de tal manera.
Espero que si algún miembro de FOLLAR S.L. nos lee, se aplique el cuento, deje el emprendimiento folletil sin medida, abrace el decrecimiento económico y deje de dar la barrila.
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